La transición de las pasturas de verano a otoño

Hay momentos claves para abordar la producción y desde el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria, a través del investigador Fernando Lattanzi se organizó una charla donde se habló sobre clima, producción y mucho más.

El especialista en pasturas y forrajes del INIA, Fernando Lattanzi, encabezó una exposición a través del portal de youtube del Instituto en el que habló sobre las “decisiones claves para el manejo óptimo de pasturas”.

En ese marco, en primer lugar habló sobre el clima. “cómo se está terminando este periodo que tuvimos y qué previsión hay en cuanto al balance hídrico en respuesta a escenarios que se puedan instalar en invierno y la primavera”.

En segundo lugar, el tema que tuvo continuidad fue terminar de recomponer la base forrajera perenne que fue muy afectada durante la niña del verano anterior. Ya este otoño hubo siembra de nuevas pasturas pero estamos todavía en ese proceso de ir reconstituyendo las pasturas largas en nuestros sistemas.

Y también se habló sobre mezclas y secuencias forrajeras con un ejemplo de lo que realizan en Estanzuela (Uruguay) en cuanto a cómo meter una secuencia en una única pastura.

Esta exposición, que se dio a principios de marzo, tiene como principal punto lo climático. Es que Lattanzi apuntó que en el próximo trimestre la clave estará en la caída de temperatura del suelo. “Hoy estamos más o menos en 24-25 grados, el suelo se mantuvo ahí durante todo enero y todo febrero pero a partir de ahora entramos realmente en un tobogán que vamos perdiendo temperatura y eso ocurre en un rango de respuesta muy importante para las plantas”, apuntó.

“Las plantas están con temperaturas óptimas hoy pero cada día que pase van a tener menos fotoperíodo, menos radiación y menos temperatura. Así que lo que nos espera ahora es el comienzo de condiciones climáticamente o térmicamente cada vez un poco más restrictivas al crecimiento de los pastos que usamos como forrajeras en Uruguay”, sostuvo.

Destacó los meses de marzo y abril como “muy buenos para producir pasto”, es que entiende Lattanzi que “no tenemos el problema de la encañazón, de manera que es fácil mantener buen valor nutritivo” pero se transofrma en un momento de toma de decisiones donde se deben evaluar varios aspectos de cómo quedaron nuestras pasturas y de tomar decisiones”

¿Qué significa? determinan más o menos cómo nos va a ir hasta la primavera, de acá hasta que arranque septiembre. Por lo tanto que debemos evaluar la composición botánica (balance entre leguminosas y gramíneas), cómo armar estrategias de uso de nitrógeno rentables, qué ajustes tenemos que ir pensando en nuestras frecuencias de pastoreo dependiendo de la base forrajera que tengamos.

Respecto al otoño del 2023, cuando el sector pedia por lluvias había que pensar en reconstruir la base de forrajera post sequía e incluía un montón de opciones, porque había quedado muy poquito verde.

Es por eso que es necesario planificar y tener en claro que objetivos vamos a buscar, aunque después por cuestiones climáticas no los alcancemos.

“Es importantísimo en mezclas forrajeras identificar cuál es la especie-base, cuál es la especie que me va a dar lo que yo quiero de ese potrero, de esa pastura, en este año en particular”, remarcó.

“Porque todo el manejo tiene que estar orientado a los requerimientos de la especie-base. Las especies mezclas son inherentemente variables y es fácil que nos mareen, que nos enloquezcan con cambios en la composición y que estamos todo el tiempo corriendo de atrás qué decisiones tomar en base a la base”.

“Entonces, decidamos cuál es la especie-base, esa es la que tiene que orientar el manejo y las especies-complemento son eso, un complemento que ayudan y si el manejo de repente las desfavorece y bueno, mala suerte, son especies-complemento. Entonces la especie-base es una gramínea, festuca, dactilis, raigrass peremnes, una especie que vamos a empezar a charlar cada vez más, no porque vaya a tener la misma duración que esperamos de festucas o de dactilis hoy en día, pero sí que ya pensamos que son especies que pueden durar dos primaveras seguro, tres primaveras quizás”, indicó.

“En ganadería está un poco más complicado”, graficó y remarcó el impacto que sí tiene cuán buenos somos convirtiendo pasto en carne”. Pidió ajustar la fertilización y el consumo y conversión de ese pasto.

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