Semanas atrás confirmabamos en nuestra web que Alfredo Abboud se encontraba en una misión comercial por Qatar y Emiratos Árabes. En las últimas horas, acaba de realizar un nuevo envío (el segundo en siete días) de 500 toneladas de megafardo a los Emiratos.
En diálogo con TodoAlfalfa contó que un cliente demandó 1000 toneladas. “El lunes pasado salieron las primeras 500, y ahora (lunes 2 de junio) está saliendo el segundo envío”.
Lograr esta venta llevó 8 años, “buscamos tener una relación de largo plazo”, apuntó el empresario y agregó que el objetivo es aprovechar esta oportunidad de poder mostrar la calidad de la alfalfa argentina, pese a una mala experiencia que el comprador tuvo años atrás.
“Hubo una persona de esta empresa que con valentía tomó el desafío y se jugó en recibir mil toneladas”, valoró.
Abboud reconoció que los productores locales no están acostumbrados a trabajar en mercados internacionales. “Mañana cae 2° bajo cero y la mercadería que hoy realmente no vale nada, automáticamente pasa a valer fortuna porque los tambos se asustan y empiezan a comprar y a pagar lo que no vale”, sentenció.
Por este motivo, desde CADAF lo que hacen es “firmar contratos” poniendo precios a inicio de la campaña y manteniendolos en el tiempo y reconoce que “a muchos productores les gusto el sistema y están trabajando con nosotros”.
A modo de ejemplo, explicó que “productores que nos acompañan desde septiembre con su producción, a los que les fijamos precio en aquel momento un poco más bajo que el del mercado interno, hoy cobran casi 50 pesos por kilo más”.
Y sumó que con los contratos a largo plazo que establecen con los proveedores logran adquirir toda la producción de calidad que se hace en la zona.
Las comparaciones son odiosas, y hacerlo con España no es lo mejor
Para Abboud “España tiene un sistema de producción diferente al nuestro, no es ni mejor ni peor. La mayoría de los españoles produce con carros forrajeros porque las plantas están a no más de 30 a 40 km de la producción primaria. En nuestra situación, traemos mercadería de 100, 150 y hasta 200 kilómetros”.
Por lo tanto, es imposible hacer transitar un carro forrajero con esa cantidad de pasto y hacerlo viable desde el punto de vista económico. Además, “ellos deshidratan la mercadería y es un proceso que hace perder muchos nutrientes al producto”, agregó.
Para el entrevistado, el proceso natural de secado al sol es casi innegociable, pero están trabajando en una secadora que no pasará de 45/50 grados.
Esta alternativa es producida en argentina, por argentinos y para argentinos. “Contará con aporte de productores e ingenieros argentinos que entienden la problemática de nuestra alfalfa, que es diferente a la de otros países”, remarcó.
Tener tecnología…
Consultado sobre lo que debe tener en cuenta un potencial proveedor de alfalfa para producir megafardos exportables, manifestó que “depende del volumen y la cantidad, pero también si tiene maquinarias para producir heno”.
Aclaró que “un productor de 60 hectáreas no está obligado a comprar una segadora, enrolladora, pero si tiene más de 250 hectáreas sin equipo propio de henificación será dificil lograr calidad”.
Es que entiende que el “prestador de servicios” está acostumbrado a hacerlo para el mercado interno y “quiere enrollar, y lo hace muy bien a 20% de humedad, por ejemplo, y para nosotros esa alfalfa no es viable”.
¿Qué necesita Argentina para poder exportar más?
“Tecnología, logística, sincerar el negocio, pero también necesitamos aprender a trabajar y considerar la alfalfa como un producto comercialmente viable y no como un producto de oportunidad”, apuntó.
Además, pidió que no se tome a esta producción como “la salvada de una mala campaña de cualquier cereal”. Pero también es importante, entiende el entrevistado, contar con estabilidad de precios y que no pase de 170 pesos en la época de producción, a 90 en exceso y vuelva a 150 pesos. Para Abboud, deben fijarse precios en dolares y manejarse como lo hace el mundo.
Argentina puede acercarse a Estados Unidos
Si bien el año pasado el numero exportado no fue el esperado, los factores climáticos y lo que pagó el mercado interno tuvieron su efecto en eso. Por lo tanto, Abboud tiene en claro que “Argentina no tiene techo” y en base a su experiencia con la cantidad de hectáreas sembradas de alfalfa, el conocimiento que productores e industriales tienen del producto, deberíamos estar cerca de Estados Unidos.
Para todo eso se necesita “tecnología, conocimiento pero sobre todo entender como funciona el mundo que es diferente a los tambos Argentinos”, manfiestó.
En ese marco, adelantó que agosto próximo se realizará una charla similar a la que tuvo lugar el año pasado donde se explica y brindan herramientas para producir, se ahondan temas comerciales para que el productor entienda que se paga, como se paga y porque se paga el precio establecido.
Esta puesta también se realiza porque entiende que un industrial puede tener la mejor logística, la mejor prensa, el mejor galpón pero sin productores que se transformen en socios, no llega a ningún lado.