“El proceso para exportar empieza en el campo”, con esa frase inició la conversación Alfredo Abboud titular de CADAF (Compañía Argentina de Alfalfas y Forrajes), empresa radicada desde hace 4 años en San Francisco.
Con las vías del tren que pasan por el patio de sus galpones, lograron tener un punto a favor clave en la logística para enviar su producción exportable al puerto y “bajar costos” el gran problema de las empresas hoy en nuestro país.
TodoAlfalfa visitó el establecimiento mientras realizaban una carga que tenía como destino Emiratos Árabes Unidos. Junto a Abboud recorrimos el establecimiento y nos explicó paso a paso como es el proceso para producir el megafardo que terminan exportando.
“Empieza en el campo con la visita a los proveedores, donde hay una etapa pre corte donde se ve a ver el el cultivo para ver el estado en el que se encuentra”, explicó y agregó que allí realizan la valoración se toman muestras y se controla la humedad.
La empresa busca la producción y en la planta se termina de estabilizar (puede demorar hasta 25 días). Además, el empresario insistió con su preferencia de secar al sol. “Nosotros seguimos haciendo a la vieja usanza, pero no decimos que el otro sistema sea malo”, apuntó.
Una vez que llevan el material del campo al galón de CADAF allí se estaciona el tiempo necesario, mientras se realiza esa “parada de espera y estabilización” se produce para el mercado interno o externo, dependiendo de la calidad.
Luego, esa alfalfa “desparramada” una vez que está lista para ser compactada es “empujada por una pala a la prensa y se transforma en megafardos.
