Proteger el cultivo para ganar calidad

Federico Constanzo, ingeniero agrónomo de Biogrow habló con TodoAlfalfa sobre los cuidados que el forraje debe tener para su conservación. La charla apuntó a la protección que necesita el heno para no perder calidad.

Biogrow fue parte de la segunda jornada de la Cadena Integral de la Alfalfa organizada por Cadaf en San Francisco. Allí, el ingeniero Agrónomo Federico Constanzo brindó una charla y habló sobre el potencial de crecimiento en la producción de alfalfa.

La excelencia en la producción de alfalfa para exportación no solo radica en el cultivo mismo, sino en toda la cadena de valor que garantiza su calidad hasta llegar al consumidor final. 

“La protección adecuada del producto se convierte en un factor determinante para maximizar el potencial productivo y económico”.

Cuando hablamos de calidad en la producción de alfalfa, no podemos limitarnos únicamente a la fase de cultivo es por eso que Constanzo hace hincapié en que “el proceso post-cosecha es igualmente crucial, y la protección del producto mediante una cobertura adecuada puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso”. 

Las estadísticas son contundentes: la falta de protección puede resultar en pérdidas del 15 al 25 por ciento del producto, un número que ningún productor puede permitirse ignorar.

Para ello, Biogrow introdujo al mercado una solución para proteger los fardos y rollos de alfalfa, se trata de una manta cobertora que cuesta unos 600 dólares y que brindan a los productores una cobertura efectiva.

“No solo garantiza cuatro años de protección, sino que puede extenderse aún más”, remarcó Constanzo. Aunque inicialmente el costo de la cobertura puede parecer significativo, cuando se analiza en términos de costo por fardo o rollo protegido, la inversión resulta mínima. 

Este análisis debe considerar no solo el valor de la protección sino también el beneficio de mantener la calidad del producto desde el campo hasta el cliente final. La preservación de las características originales del cultivo es fundamental para mantener el valor comercial.

El camino hacia la profesionalización

Constanzo marcó como un punto positivo como los productores evolucionan hacia prácticas más profesionales, reduciendo gradualmente la brecha entre el potencial productivo teórico y el real. La incorporación de tecnologías en los procesos productivos permiten no solo producir más, sino preservar mejor esa producción.