Con Amaya como la gran estrella, Palo Verde presentó tres variedades de semillas

La empresa de Hilario Ascasubi, especializada en la producción de semillas forrajeras, con más de 30 años de trayectoria llevó a cabo un evento para presentar estas alternativas. Marta Álvarez, CEO de la empresa, se mostró expectante por como recibieron la noticia productores, clientes y distribuidores.

Días atrás la empresa Palo Verde presentó tres nuevas variedades de semillas que estarán disponibles en el mercado para la próxima campaña. Marta Álvarez, bióloga y referente de la empresa, destacó el “año intenso de trabajo colaborativo y los resultados positivos”.

En la ocasión, a través del Convenio de Vinculación Tecnológica que la empresa mantiene con el INTA pudieron presentar oficialmente las variedades Amaya, Kumen y Malten, algo que Álvarez había anticipado meses atrás en una charla con TodoAlfalfa.

Amaya: La variedad estrella para un mercado exigente

En un sector agroindustrial donde la innovación genética dicta el ritmo de la competitividad, la capacidad de anticipar y responder a las demandas del mercado es crucial. Es en este escenario donde el lanzamiento de la variedad «Amaya» por parte de Palo Verde adquiere una relevancia estratégica.

Marta Alvarez la describe como la variedad «multifoliada» y la «figurita» de la empresa para el nuevo año. Su perfil genético la hace ideal para tres de los segmentos más dinámicos de la producción agropecuaria:

• Producción de heno: Se posiciona como una opción ideal para este mercado, calificado como un sector en pleno crecimiento.

• Tambos y lechería: Su perfil se adapta perfectamente a los requerimientos nutricionales y de rendimiento del sector lácteo.

• Planteos intensivos de carne: Ofrece una alternativa de alta calidad para los sistemas de producción ganadera intensiva.

En ese marco, Ariel Odorizzi, ingeniero agrónomo y mejorador genético del INTA Manfredi, destacó que es “un desarrollo de 13 años caracterizado por su extremo grado de reposo invernal cero (grado 10) y su multifoliolosidad, resultando en una mayor relación hoja/tallo y alto contenido de proteína, ideal para heno de alta calidad”. 

Agregó que “el objetivo final de estas innovaciones es traducir la calidad de la alfalfa en kilos de carne y litros de leche para los sectores ganadero y lechero”.

Esta versatilidad posiciona a «Amaya» de manera única para, en palabras de Alvarez, «abarcar todo lo que necesita hoy el mercado». El valor estratégico de ofrecer una solución genética integral, capaz de satisfacer las necesidades de múltiples segmentos de alta demanda con un solo producto, es innegable. Esta capacidad de adaptación la convierte en una herramienta clave para productores que buscan maximizar la eficiencia y rentabilidad de sus explotaciones.

Un lanzamiento estratégico en un contexto favorable

Esta presentación se da en un contexto económico y productivo ideal. Según la visión de Marta Alvarez, a pesar de la volatilidad característica de la economía argentina -un «sube y baja» constante-, las nuevas variedades llegan en un «momento bueno» para sectores clave. 

Esta coyuntura positiva se refleja en el desempeño de:

• La ganadería, que atraviesa un «momento muy bueno».

• La lechería y el tambo, un sector que, a pesar de sus característicos «altibajos», Alvarez confirma que «está bien posicionada hoy».

• El mercado del heno, calificado como un sector «que está en crecimiento».

Esta alineación entre la oferta de un producto innovador y una demanda sectorial fortalecida genera un entorno de alta esperanza para la adopción de las nuevas genéticas.

Para capitalizar este contexto favorable, Palo Verde ha implementado una sólida estrategia comercial. La referente de la empresa confirmó que la red de vendedores de la compañía ha sido preparada durante el año con el objetivo de lanzar las estrategias de venta de las tres nuevas variedades de cara a la campaña de 2026. Esta planificación anticipada asegura que el equipo comercial esté equipado para comunicar el valor y las ventajas técnicas de los nuevos productos a los productores de todo el país.

Esta ofensiva comercial es la culminación de un riguroso proceso de I+D, posible únicamente gracias a una alianza estratégica que ha demostrado su resiliencia en tiempos de incertidumbre.

La alianza público-privada como motor de innovación

El lanzamiento de Amaya, Kumen y Malten es un claro ejemplo del potencial que encierran las alianzas entre el sector privado y las instituciones públicas de investigación. La colaboración entre Palo Verde y el INTA se revela como un motor fundamental para la innovación y la competitividad del campo argentino.

Allí, se crearon también las variedades restantes que se presentaron. En el caso de Malten, Valeria Arolfo, bióloga y responsable de dicha presentación explicó a TodoAlfalfa que “es una reselección desarrollada a lo largo de 13 años con el objetivo primordial de brindar soluciones al empaste en el ganado”. 

Remarcó que “esta variedad se distingue por tener una tasa de desaparición ruminal inicial menor, lo que significa que produce menos gases en el rumen que otras variedades comunes, mitigando así la hinchazón potencialmente mortal que se conoce como empaste”.

Mientras que Kumen, en palabras de Monica Corniacchione, ingeniera agrónoma que trabajo en el desarrollo de la misma, “es nueva variedad de alfalfa sin latencia (grado 9) diseñada para prosperar en ambientes difíciles, especialmente suelos con problemas de salinidad comunes en muchas regiones de Argentina”. 

“La creación de este cultivar tardó 13 años, incluyendo ciclos de selección fenotípica en el campo y tres años de exhaustiva investigación en condiciones controladas de laboratorio para determinar con precisión su tolerancia a la salinidad. Los estudios revelaron que esta alfalfa es significativamente más tolerante de lo que indicaba la literatura antigua, manteniendo una buena producción incluso en condiciones salinas donde otros cultivos no sobrevivirían”, dijo. 

“El propósito de este material es permitir la explotación de suelos marginales, históricamente descuidados, e integrar la alfalfa en sistemas de rotación de cultivos, ofreciendo una solución genética clave para la agricultura en ambientes estresantes”, concluyó.

La relación entre ambas organizaciones se formaliza a través de un «convenio de vinculación tecnológica» que, según destacó Alvarez, ha demostrado una notable resiliencia. 

En un «año complicado» en términos económicos y comerciales, esta alianza ha funcionado como un pilar de apoyo mutuo, permitiendo que los proyectos de investigación y desarrollo continuaran avanzando sin interrupciones. Ambas instituciones se han acompañado para superar las dificultades y alcanzar los objetivos propuestos.

Marta Alvarez expresó un profundo orgullo por esta colaboración, subrayando la importancia de que una «empresa netamente nacional, nacida en un pueblo, Hilario Ascasubi», trabaje codo a codo con una institución pública del calibre del INTA. Este orgullo no solo se basa en el origen de la empresa, sino en su capacidad demostrada para, en sus propias palabras, «estar liderando en variedades propias» a nivel nacional, un testimonio del potencial de la industria argentina.

En definitiva, la presentación de las tres nuevas variedades de Palo Verde trasciende el simple lanzamiento de un producto. Representa la culminación de una visión estratégica que integra la innovación genética de vanguardia, una lectura precisa de las oportunidades del mercado y el fortalecimiento de alianzas público-privadas como motor de desarrollo. 

Con «Amaya» como punta de lanza, las expectativas para la próxima campaña son altas, consolidando una apuesta clara por el futuro y la productividad del campo argentino, liderada por tecnología desarrollada en el país.