Los “michelutti” una familia alfalfera que apuesta a seguir creciendo

En el marco de la dinámica de maquinarias forrajeras que tendrá ExpoAlfa, esta familia cedió el campo para que “los fierros” puedan entrar en acción y poder ver todo el potencial tecnológico para producir alfalfa de calidad.

La alfalfa, ese cultivo perenne que parece sencillo, para algunas familias es un verdadero lazo de unión y eso sucedió con estos cuatro primos que trabajan de manera conjunta desde hace 15 años, no solo produciendo alfalfa sino brindando servicios a terceros. 

El campo Mago, ubicado a solo cinco kilómetros de la localidad de Carrilobo será el epicentro de las dinámicas de maquinarias forrajeras en el marco de ExpoAlfa Córdoba. Esta jornada tendrá lugar el jueves 16 de octubre desde las 09:00 hs.

Este establecimiento de unas 25 hectáreas, es explotado por la empresa M.R.M servicios propiedad de los “Michelutti”. Mientras una segadora realizaba los cortes, preparando el “pasto” para la dinámica, conversamos con Maximiliano y Guillermo quienes contaron que desde el año 2011 producen alfalfa como unas de las alternativas dentro de diversas unidades de producción que tienen ya sea agrícolas o ganaderas.

Hoy cuentan con unas 400 hectáreas en producción, además de prestar servicios. Maximiliano dejó en claro que en esos primeros años “hubo momentos buenos y malos. Apenas arrancamos, no sabíamos qué hacer con la Alfalfa, con los megas, no sabíamos dónde colocarlos, no había mercado”, aseguró pero luego “llegó la época seca, que ahí nos fue muy bien, porque ahí se vendía todo, la primera, la segunda, la tercera”.

Aclaró que la idea no fue apostar todo a la alfalfa, pero si una parte de la producción hacer. En ese inicio estuvieron llenos de dudas, pero con el correr de los años fueron sumando experiencia y hoy trabajan alrededor de 400 hectáreas. .

“Hemos aprendido a rotar los lotes y utilizar los recursos de manera eficiente”. Cada miembro del equipo conoce su función y eso permite lograr dar respuestas a todas las necesidades. 

Esa realidad con la que iniciaron en el 2011 fue mutando. “A medida que el mercado de la alfalfa se expandía, comenzamos a notar un cambio en las exigencias”, aseguró Maxi. Es que los clientes, ya sea para exportar o para tambos, comenzaron a solicitar cada vez mayor calidad y eso los llevó a tener que cambiar los métodos. 

Por su parte, Guillermo, aseguró que en el mediano plazo no planean expandirse, aunque “de vez en cuando alguna idea se cruza”, pero la falta de financiamiento, plazos y los altos intereses planchan cualquier idea. 

Explicó que en algún momento surgió la posibilidad de incorporar la producción de pellets de alfalfa, pero los costos y las necesidad financieras detuvieron esa idea. Al igual que ampliar la capacidad de producción implicaría una inversión en maquinaria que en la actualidad no planifican.

La alfalfa ha sido más que un simple cultivo para esta familia que tejió un lazo familiar que une cada esfuerzo y cada logro.