Riego por goteo, un sistema que maximiza rendimientos

Como ya lo contamos desde EnerOne y TodoAlfalfa, visitamos la Estación Experimental del INTA Manfredi y recorrimos el sistema de riego por goteo solar. La producción con riego, permitió rendimientos hasta 3 veces superior en comparación al secano en la temporada anterior.

El riego por goteo es uno de los métodos más eficientes de suministro de agua y nutrientes a los cultivos. Es por ello que INTA Manfredi tiene instalado un sistema desde hace varios años que, a partir de octubre de 2022, está asistido por una bomba solar Lorentz.

Martin Soto es uno de los referentes de Tonka y aborda lo que es el desarrollo del bombeo solar, principalmente, y la utilización de energía solar en general. “Nuestro planeta dispone de sol, que es una fuente inagotable de energía”, apuntó.

En su exposición explicó que existen los sistemas fotovoltaicos (para corriente eléctrica) y el solar térmico (calentamiento de agua).

En los gráficos, se observa que el mundo apunta al desarrollo energético a través de la energía solar fotovoltaica, para producir alimentos, extraer agua y regar. Claro está que la cantidad de tierra en el mundo es limitada, pero las bocas cada vez son más, por lo que se debe producir alimentos de forma cada vez más eficiente.

El recurso del agua es indispensable para poder producir, las sequías generan serios problemas y necesitamos poder regar.

Todo ello está interrelacionado con la energía y con el riego solar, estamos atacando los tres frentes, porque desde el riego va a generar producción de alimento y la energía solar va a hacer que podamos extraer agua para poder regar. Con esas tres bases, podemos desarrollar el planeta y aprovechar al máximo la energía.

Nuestro país tiene el territorio para poder desarrollarlo con una irradiación muy buena.

¿De qué se trata la energía solar?

“Todos conocen un panel solar, ¿qué es lo que tiene adentro? Un material que se llama silicio, que genera una corriente eléctrica cuando recibe radiación y cuando la detecta, genera una corriente eléctrica que se canaliza en una celda. En conjunto conforman un panel que produce corriente eléctrica, pero de manera continua. Entonces, podemos utilizarla o transformarla en corriente alterna”, explicó Soto.

Si tengo red eléctrica, ¿qué puedo hacer? Un bombeo solar utilizable durante el día a costo cero operativos. Y si necesito regar de noche, sigo usando la red de la misma manera que lo venía haciendo.

Yo pongo una bomba solar, ¿para qué? Para ganar todas las horas del día, que el costo energético sea cero.

¿Qué ventajas tiene? La eficiencia. Es un equipo pensado para energía solar, pero muchas veces pasa que ya disponen de la bomba. En ese caso, se puede solarizar el equipo existente.

¿Qué implica solarizar una bomba? Paneles solares que generan corriente continua, transformar esa corriente a alterna y entregarle alterna a la bomba existente.

Al hacer referencia al módulo instalado en INTA, Soto explicó: “nos propusimos hacer un sistema de riego 100% solar. ¿Qué significa eso? Riego durante la ventana solar, mientras el sol me permita accionar la bomba

Además, indicó que dio buen resultado, sin embargo, pidió “dimensionar bien” el sistema de riego. “Hay condiciones agronómicas o de suelo que a veces permite al suelo cargarse de humedad o de agua, y hay suelos que no, que son más arenosos y en ese caso hay que regar bastante más intensivamente”, indicó. Otra posibilidad, es solarizar la bomba disponible actualmente.

Y la tercera opción sería un generador solar llamado off grid, que implica el uso de baterías. La versión más cara, y la menos utilizada hoy en día.

Tonka + INTA = Eficiencia

El ingeniero agrónomo Ignacio Severina, trabajador en INTA, comentó a nuestro medio que desde octubre de 2022 instalaron los paneles, sacaron la bomba eléctrica y bajaron la bomba solar. (ver)

“Pensamos en un goteo subterráneo porque es un sistema que está diseñado con el objetivo de maximizar rendimientos, optimizando el uso del agua, del fertilizante, con el menor costo operativo y aprovechando la mayor superficie posible”, explicó.

Después de una década de trabajo y análisis evaluando las distintas combinaciones de distancias entre laterales de riego y caudales de emisores para evaluar el comportamiento de los cultivos, obtuvieron algunas conclusiones.

En primer lugar, Severina indicó: “estudiamos la distancia (de las mangueras) porque es lo más caro del sistema y aproximadamente representa el 50% o más de la inversión”.

Como segunda conclusión, explicó que afecta a la distribución del agua. Siempre pensando que a todas las plantas les llegue la misma cantidad. “Esto no pasa en el goteo porque vos tenés un lateral donde se forma un bulbo y la planta que está más cerca va a sacar más agua y fertilizante que la que está más alejada”, informó.

Por último, concluyó: “La elección de la distancia depende de la textura del suelo. Un arenoso se tiende a ir el agua más hacia abajo, por lo tanto, achicamos un poco la distancia. También el régimen hídrico no es lo mismo en un lugar donde el riego es integral o total”.

Cabe destacar que en esa zona la precipitación promedio es de 770 ml, por lo que es un riego suplementario. Sin embargo, también debe analizarse qué cultivos queremos regar, para definir la distancia y el caudal.

Las pruebas iniciaron en 2012 con Netafim, con quien INTA Manfredi firmó un convenio. Esta empresa instaló las mangueras de riego a 80 centímetros y a un metro de distancia entre ellas con goteros de caudales de 0,6 litros hora y con una distancia de emisores/goteros de 50 centímetros.

Luego, en el 2013, el acuerdo se cerró con Rivulis. “Ahí duplicamos la apuesta ya que, de 80 cm, pasamos a 1,60 metros”, comentó Severino. Por lo tanto, el sistema pasó a un metro separación de cintas con un caudal de un litro y un metro 60 con un caudal de un litro. Y la distancia de emisores/goteros, siempre de 50 centímetros.

En el 2017, se armó un modulo más pequeño con la empresa Metzer, y se instalaron las mangueras de riego con distancias de 1,20, con distancias de 1,60 y con distancias de 2,1 metro.

“Lo combinamos con tres caudales, 1,2 litro hora, 1,6 litros hora y 2,1 litro hora. La distancia de emisor/gotero siempre la misma, indicó Serverina.

El suelo es de textura franco limosa con casi 70% de limo, 15% de arena y 15% de arcillo. “Estos suelos tienen una capacidad de almacenar agua muy alta. Y nosotros trabajamos hasta los 2 metros de profundidad donde pueden retener 310 ml a los 2 metros”, apuntó.

Sin embargo, consideró importante destacar que, al no llover en invierno, cuando se siembra trigo “toda el agua que le damos viene de riego”. Sin embargo, en verano, el riego se transforma en un suplemento.

“Tenemos 770 milímetros de precipitación anuales, una evapotranspiración de 1.300 ml, lo que nos da un déficit hídrico de 550 ml como promedio anual”, remarcó Severina.

Con el riego se triplicó su rendimiento, por lo que en promedio rinde 20 quintales. “Si queremos hacer la máxima instalación para que nos vaya bien, trigo es 1,60 metros y combinarlo con caudales más altos. Vemos que en el maíz hay un salto, un 87% más de rendimiento en el riego”, concluyó.

Además, Severino explicó: “eso fue lo que hicimos desde el año 2012 hasta el año pasado, pero en octubre del 2022 hicimos un convenio con Tonka”.

Este proyecto está totalmente aislado de la red, con una bomba solar Lorentz, paneles y totalmente off grid. La iniciativa tiene un caudal máximo de 26 metros cúbicos diarios y una potencia máxima de 10 kilowatts, pero en el campo tenemos instalados 2 mesas de 17 paneles cada una, con 550 watts de potencia en cada uno totalizando 18.7 kw.

“Si vemos los 2 cultivos juntos, tuvimos en promedio 26 días de riego al mes, casi 900 horas. Aportando entre 2,3 a 3 mm diarios a la superficie”, sostuvo y amplio: “al maíz se le aplicaron casi 500 milímetros con un rendimiento de 16.000 kg/ha, mientras que a la soja de 2 unos 300 milímetros con un rendimiento de 4000 kg/ha”.

Cabe destacar que estos datos corresponden a la última campaña, donde la sequía afectó gravemente a las producciones agrícolas. Según el informe que brindó Idecor, sin riego, los rendimientos promedios a nivel provincial de soja y maíz fueron de 15 qq/ha y 44,8 qq/ha respectivamente.