La empresa de genética y forrajes Gentos organizó una destacada jornada técnica el pasado jueves 20 de noviembre en el establecimiento «El Chacal», de los productores Melisa y Fernando Delbino, ubicado en Colonia Raquel, provincia de Santa Fe.
El encuentro, centrado en la producción de pasturas base alfalfa y el bienestar animal, convocó a productores de la región para explorar estrategias que impulsen la eficiencia y la rentabilidad de los sistemas lecheros.
La misma contó con la presencia de Fabián Morales, gerente de desarrollo de Gentos, Nihuel Garrote y Martín Bigliardi, desarrollo técnico de Gentos y Ezequiel Angeli, extensionista comercial de la empresa.
Según explicó a TodoAlfalfa el ingeniero agrónomo Nihuel Garrote, el objetivo fue exhibir un paquete de innovaciones tecnológicas y de manejo diseñadas para optimizar cada eslabón de la cadena forrajera y su impacto final en el negocio.
La jornada comenzó con una estación técnica enfocada en la etapa de implantación de la pastura, un momento estratégico donde, en palabras de Garrote, se definen la productividad y la persistencia del recurso forrajero. Se hizo especial hincapié en que los errores cometidos durante esta fase son irreversibles y condicionan el futuro rendimiento del lote a lo largo de toda su vida útil.
Durante la presentación, se detallaron los factores fundamentales que todo productor debe considerar para asegurar una implantación exitosa. Estos puntos críticos son:
• Cultivo antecesor: La correcta elección del cultivo previo es el primer paso para preparar el terreno y asegurar un buen punto de partida para la alfalfa.
• Fecha y densidad de siembra: Ajustar estos dos factores es determinante para lograr un establecimiento rápido y competitivo de la pastura.
• Preparación de la cama de siembra: Un trabajo adecuado del suelo garantiza el contacto óptimo entre la semilla y la tierra, facilitando la germinación y el desarrollo inicial.
• Control de profunidad: Este es un detalle de precisión fundamental; una siembra demasiado profunda o superficial puede comprometer seriamente el éxito de la implantación.
• Análisis químico: Se subrayó la importancia de monitorear niveles de fósforo, pH, nitrógeno y calcio. Un pH inadecuado, por ejemplo, puede bloquear la disponibilidad de nutrientes esenciales para la alfalfa y afectar la nodulación.
• Análisis físico: Se abordó la relevancia de la física del suelo, poniendo el foco en la necesidad de evitar y corregir problemas de compactación, que limitan el desarrollo profundo del sistema radicular pivotante de la alfalfa, comprometiendo su resiliencia y persistencia.
La principal lección de esta estación se resume en una idea contundente: todo error cometido durante la implantación repercute directamente en la vida útil del recurso forrajero.
Una vez sentadas las bases para una implantación sólida, la jornada avanzó hacia las estrategias para construir pasturas más resilientes y estables a través de las mezclas forrajeras.
La estrategia de las pasturas consociadas
En una segunda estación, el foco se desplazó hacia la innovación y la resiliencia productiva, analizando los criterios para el diseño de mezclas forrajeras. El objetivo fue responder cuándo y por qué las pasturas consociadas pueden superar en rendimiento y estabilidad a las pasturas puras de alfalfa.
Los asistentes recorrieron un ensayo implantado en abril de ese mismo año, diseñado para evaluar el comportamiento de distintas combinaciones. Específicamente, se analizaron mezclas de:
• Alfalfa (grupos de latencia 8 y 9) consociada con festuca mediterránea.
• Alfalfa (grupos de latencia 8 y 9) consociada con falaris.
El propósito del ensayo es analizar las curvas de producción de cada componente de la mezcla para lograr una oferta forrajera más estable y homogénea a lo largo del año.
Esta sección buscó entregar una respuesta clara a una pregunta clave para los productores: ¿en qué situaciones productivas conviene pensar y utilizar una pastura consociada frente a una pastura pura?
Concluida la discusión sobre mezclas, la jornada se adentró en lo que fue descrito como el «plato fuerte» del evento: la presentación de un ensayo a gran escala sobre la genética de alfalfas puras bajo pastoreo.
Genética de vanguardia para maximizar el pastoreo
El punto culminante del encuentro fue la visita a un ensayo de alfalfas puras, calificado por Garrote como el «plato fuerte» de la jornada. Su principal valor radica no solo en la diversidad de materiales evaluados, sino en su escala y contexto: un ensayo de 8 hectáreas desarrollado bajo las condiciones reales de producción del establecimiento, y no en pequeñas parcelas aisladas.
Las características principales del ensayo presentado fueron:
• Fecha de implantación: Abril de 2023.
• Superficie y condiciones: 8 hectáreas manejadas dentro del sistema real del productor, asegurando que los resultados sean directamente aplicables a un entorno comercial.
• Materiales evaluados: Nueve tratamientos diferentes con cultivares de alfalfa de grupos de latencia 8, 9 y 10.
• Origen de la genética: La evaluación incluyó siete materiales comerciales disponibles en el mercado y dos cultivares experimentales de Gentos.
• Datos analizados: A pesar de su reciente implantación, el ensayo ya ofrece un robusto volumen de datos de producción, persistencia y aprovechamiento, gracias a un seguimiento intensivo
La presentación de los datos del ensayo arrojó dos conclusiones principales. En primer lugar, se reafirmó la importancia del manejo del pastoreo, recomendando ingresar a los animales con 8 a 10 nudos en la planta para optimizar la calidad y el aprovechamiento del forraje. Asimismo, se destacó la relevancia del descanso otoñal para permitir que la planta acumule reservas en su raíz y corona.
En segundo lugar, el ensayo evidenció de manera contundente la diferencia de rendimiento que aporta la genética mejorada para pastoreo. Se demostró cómo estos materiales superan a aquellos cultivares mejorados para corte o a las genéticas de licencia pública que, según se explicó, están quedando obsoletas.
La discusión final cristalizó una idea central: la inversión en genética de punta para pastoreo, apalancada por un manejo de precisión que maximiza la cosecha de forraje por parte del animal, no es un gasto, sino una vía directa para elevar los márgenes brutos y fortalecer la rentabilidad del tambo.
Para cerrar el círculo de la eficiencia productiva, el evento amplió la mirada desde el forraje hasta el animal, abordando el impacto del bienestar del rodeo en los números del negocio.
La jornada concluyó con una disertación a cargo de Magdalena Oviedo, especialista de la consultora Smart Farming. Su presentación se centró en demostrar el impacto económico directo del bienestar animal en los sistemas lecheros, vinculando de manera clara y cuantificable el confort del rodeo con los resultados económicos de la explotación.





