La continuidad de la Diplomatura en Alfalfas de Calidad tuvo el último sábado una nueva clase donde se dio continuidad a los contenidos del módulo II “sistemas pastoriles”, que estuvo a cargo de los docentes María Inés Brance Bonvini y Fernando Delbino.
Esta jornada fue una continuidad de la clase anterior, en la que José Jauregui abrió el módulo en el que aseguró que “el pasto es el recurso más barato”. Su clase abordó las “estrategias para maximizar el consumo animal”. La presentación apuntó a la gestión de la alfalfa y la producción lechera.
En primer lugar, la ingeniera agrónoma Brance Bonvini, abordó la “gestión eficiente del cultivo de alfalfa”, y en su presentación, abordó los aspectos claves para lograr una gestión eficiente, desde la implantación hasta el pastoreo, destacando su impacto económico, ambiental y en la salud animal.
Valoró la importancia de la alfalfa en Argentina y los beneficios de los sistemas pastoriles. “La alfalfa juega un papel crucial en la producción ganadera argentina”, aseguró Brance Bonvini.
Los sistemas pastoriles que incorporan alfalfa ofrecen múltiples ventajas:
- Reducción de costos de alimentación: «el pastoreo directo evita gastos de corte, henificación, almacenamiento y distribución del forraje.»
- Mejor salud y bienestar animal: «menor incidencia de mastitis, problemas podales y estrés, al permitir mayor movimiento y comportamiento natural del ganado.»
- Mayor eficiencia energética y ambiental: «disminuye el uso de combustibles fósiles y maquinaria, reduciendo la huella de carbono y mejorando la sostenibilidad.»
- Mejora el balance de carbono en los ecosistemas ganaderos
- Producción de leche y carne competitiva: «bien manejados, los sistemas pastoriles logran altas producciones (25–30 l leche/vaca/día en alfalfa), con buena eficiencia de conversión de pasto en producto animal.»
- Percepción social y ecológica positiva: «los consumidores valoran cada vez más los productos provenientes de animales en pastoreo, asociados a sistemas “naturales” y amigables con el ambiente.»
- Distribución de Alfalfa en Argentina: Mostró una significativa superficie de alfalfa cultivada en provincias como Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Entre Ríos, La Pampa, Santiago del Estero y San Luis, tanto en siembras puras como consociadas.
La especialista sostuvo que con un buen manejo del cultivo, y aplicando algunos puntos, se puede lograr una producción de pasto “barato”. “El manejo adecuado es fundamental para optimizar la producción, calidad, consumo y persistencia de la alfalfa”, apuntó.
En tanto que a la hora de pensar la fase de siembra, hay claves a tener en cuenta:
- Elección del genotipo: Es vital seleccionar variedades adaptadas a la zona, al sistema de producción, y con resistencia a enfermedades y pulgones.
- Latencia en Alfalfa: Se refiere al grado de reposo invernal que presenta un cultivar, siendo una estrategia de supervivencia. Los grupos de latencia varían (ej. «Con latencia: 1, 2, 3 y 4» vs. «Sin latencia: Grupos 8, 9 y 10»).
- Incidencia de la calidad de semillas: La eficiencia de siembra y de implantación depende directamente de la calidad de las semillas viables. Se presentan rangos de eficiencia para alfalfa (> 60% en el 1er recuento y > 35% en el 2do recuento para niveles «Alto»). La fórmula para calcular semillas viables/m2 es: «kg/ha * V.C % / peso de 1000 sem (g)».
- Costo de Implantación: La distribución de los costos de implantación se divide principalmente en:
Semillas: 37%
Labranzas: 27%
Fertilizantes: 31%
Fitosanitarios: 5%
El análisis de costos muestra que, a pesar de las variaciones en el costo inicial de la semilla y la implantación, cultivares con mejor rendimiento pueden resultar en un menor costo por kg de materia seca (MS) y por litro de leche/kgMS en el largo plazo (ej. «Cultivar C» con un costo de 0,09 USD/kgMS en el Año 1, frente a 0,23 USD/kgMS del «Cultivar A»).
Otro punto clave a la hora de prensar un sistema productivo de alfalfa es la fertilidad del suelo.
- Fósforo (P) como limitante principal: El «P (fósforo) es el principal limitante; umbral crítico P-Bray ≈ 15-18 mg/kg.» La «Máxima producción de MS con P-Bray entre 25–30 mg/kg.»
- pH óptimo: El rango ideal es pH: 6,5-7.
- Deficiencias: «La deficiencia de P, S y Ca reduce fuertemente la producción de MS.»
- Refertilización: Es crucial reponer P, S, Ca, Zn y B para mantener la productividad.
A la vez, es importante el “manejo del pastoreo” que impacta directamente en el aprovechamiento del forraje:
Entrada de pastoreo: Se estima un valor de 2000 kgMS. Sin embargo, se cuestiona la realidad de 3620 kgMS/ha.
Eficiencia de aprovechamiento: Es común que la eficiencia sea del 40%, lo que significa que «2172 kgMS/ha quedan en el lote» y «1448 kgMS/ha» son consumidos. Esto subraya la importancia de un sistema eficiente.
Lectura de remanente: Un remanente adecuado es clave.
«Dato Mata Relato»
La información proporcionada enfatiza la importancia de la medición y el monitoreo: «LO QUE SE MIDE, SE PUEDE MEJORAR«. Esto implica llevar registros precisos de producción, costos y resultados para una toma de decisiones informada y una mejora continua del sistema.
La gestión eficiente de la alfalfa requiere una comprensión integral de la selección del genotipo, la implantación, la nutrición del suelo y el manejo del pastoreo. Al abordar estos aspectos de manera sistemática y basada en datos, los productores pueden maximizar la producción, la calidad y la persistencia de la alfalfa, obteniendo beneficios económicos y ambientales significativos para sus sistemas ganaderos.