INTA presentó la edición 35 de la revista avances en alfalfa

Se trata de ensayos territoriales de la red de evaluación de cultivares de alfalfa. Está coordinada por Valeria Arolfo y Ariel Odorizzi, del INTA Manfredi.

La Red Nacional de Evaluación de Cultivares de Alfalfa del INTA ha publicado su informe anual «Avances en Alfalfa Nº 35», una herramienta fundamental para el sector. El documento presenta una doble perspectiva de gran valor estratégico: por un lado, los resultados acumulados y las conclusiones finales de los ensayos a largo plazo iniciados en 2021, y por otro, los primeros y más recientes hallazgos de la campaña 2024/2025 correspondientes a los nuevos materiales genéticos. 

El estudio abarcó 94 variedades en múltiples provincias, consolidando más de 16.330 observaciones de rendimiento que revelan qué cultivares demuestran mayor productividad, estabilidad y adaptabilidad regional.

La Red de Evaluación de Cultivares de Alfalfa, conocida como «Red Alfalfa», es una iniciativa estratégica del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) que, en estrecha colaboración con las principales empresas semilleras del país, busca optimizar la producción forrajera nacional. 

Su función principal es evaluar de manera rigurosa y descentralizada el comportamiento de las diferentes variedades de alfalfa en las diversas condiciones agroecológicas de Argentina, proporcionando información objetiva y de alto valor para la toma de decisiones.

El objetivo de la Red es evaluar sistemáticamente el rendimiento de los cultivares comerciales en las Estaciones Experimentales Agropecuarias (EEA) del INTA y en campos de productores colaboradores. Este informe consolida los datos de tres series de ensayos en simultáneo: la SERIE 2021 (ensayos implantados en 2021, ahora en su cuarto y último ciclo de evaluación), la SERIE 2022 (en su tercer ciclo) y la SERIE 2024 (en su primer ciclo). En conjunto, se analizaron 94 variedades comerciales, generando un total de 16.330 observaciones de rendimiento.

Los ensayos se distribuyeron en una amplia geografía productiva, abarcando las siguientes provincias:

• La Pampa

• Buenos Aires

• Córdoba

• Santa Fe

• Entre Ríos

• Chaco

• Chubut

• Río Negro

• Santiago del Estero

El informe clasifica y analiza los cultivares según su grado de reposo invernal, una característica genética que determina el nivel de crecimiento de la planta durante el invierno. 

Esta clasificación es de suma importancia, ya que permite a los productores seleccionar variedades adaptadas a las condiciones climáticas de su región y al sistema de manejo forrajero que implementan. Los resultados acumulados de la SERIE 2021, que concluyó su ciclo de cuatro años, ofrecen una visión consolidada sobre el rendimiento y la estabilidad a largo plazo.

Cultivares de reposo invernal intermedio (REDALFA CRIM)

En el análisis acumulado de la SERIE 2021 para cultivares con reposo invernal intermedio (CRIM), se evaluaron 21 variedades en 6 localidades. La producción promedio general alcanzó las 48,9 toneladas de materia seca por hectárea (t MS ha⁻¹).

La EEA de Viedma (Río Negro) se destacó como la de mayor producción acumulada, con un impresionante promedio de 81,5 t MS ha⁻¹. En el otro extremo, la localidad de Manfredi (Córdoba) registró la menor producción, con 25,7 t MS ha⁻¹. 

Esta marcada diferencia de más de 55 toneladas entre la localidad de mayor y menor rendimiento subraya el impacto determinante de las condiciones agroecológicas y el manejo local sobre el potencial genético de los cultivares.

Cultivares sin reposo invernal (REDALFA SR)

Los cultivares sin reposo invernal (SRI), que continúan su crecimiento durante el invierno, mostraron un rendimiento promedio superior. En la SERIE 2021, se evaluaron 35 cultivares en 7 localidades, alcanzando una producción promedio de 64,92 t MS ha⁻¹.

• Líderes en rendimiento: El cultivar de mayor rendimiento promedio a nivel nacional tuvo un acumulado de 74,42 t MS ha⁻¹. Nuevamente, Viedma fue la localidad con la mayor producción (100,06 t MS ha⁻¹), mientras que Anguil (La Pampa) registró el menor rendimiento (34,30 t MS ha⁻¹).

La importancia de la interacción genotipo-ambiente

El informe del INTA va más allá de los simples promedios de rendimiento al aplicar un análisis de Interacción Genotipo-Ambiente (IGA). En términos claros, este análisis permite entender que no existe un «súper cultivar» que sea el mejor en todas las condiciones. 

En cambio, ayuda a los productores a identificar qué variedad se comporta de manera sobresaliente específicamente en las condiciones de su campo o región. Utilizando el método GGE Biplot, el estudio visualiza qué cultivares son «campeones locales» y cuáles mantienen un buen desempeño general en múltiples ambientes.

Adicionalmente, el análisis IGA permite identificar qué localidades son más o menos predecibles. En el caso de los cultivares con reposo intermedio de la SERIE 2021, localidades como Viedma y Casbas mostraron tener una «mayor estabilidad productiva». 

Esto significa que las diferencias de rendimiento entre los distintos cultivares en esas zonas son menos pronunciadas.

Por lo tanto, si bien un cultivar «estable» ofrece seguridad, la decisión final de siembra debe priorizar los resultados del ensayo más cercano por sobre los promedios nacionales.

La publicación «Avances en Alfalfa Nº 35» se reafirma como una herramienta esencial e insustituible. Este año, su valor se potencia al ofrecer una visión dual: por un lado, las conclusiones robustas de los ensayos de largo plazo de la SERIE 2021, que confirman la fiabilidad de ciertos cultivares y la existencia de «campeones locales» como PGW 931; por otro, los prometedores resultados iniciales de la SERIE 2024, que introducen nuevos materiales genéticos con alto potencial.

Queda demostrado que la correcta elección de un cultivar, fundamentada en datos rigurosos que consideren tanto la performance a largo plazo como la adaptación a cada ambiente, es un factor determinante para mejorar la productividad forrajera y la rentabilidad de los sistemas ganaderos del país.