La producción de alfalfa, un cultivo tradicional e histórico, tomó un notable protagonismo en los últimos años. El “boom” que está viviendo, con actores que se consolidan y otros que buscan ganar su lugar la posicionan como un cultivo no solo rentable, sino que hace ilusionar al sector.
Para lograr ello tenemos que pensar desde la siembra hasta el proceso de comercialización, y los productores deben aprovechar este momento. Así lo entiende Cristian Colombo, que analiza aumentar sus 750 hectáreas que hoy tiene en producción de alfalfa.
“El primer paso hacia una exitosa producción de alfalfa comienza con la siembra”, asegura. Es fundamental abordar este proceso con seriedad y conocimiento, y la primera “batalla” es con las malezas por lo que para combatirlas remarca que deben sembrarse, como mínimo, 20 kilos de semilla por hectárea.
Esto no solo garantiza un mejor establecimiento de la planta, sino que también limita la competencia con las congéneres indeseadas que pueden afectar el crecimiento.
A ello, hay que sumarle una buena preparación del terreno. “Un lote limpio y bien gestionado”, manifestó, ya con ello, las posibilidades de obtener una producción eficaz es mayor.
La tecnología, un aliado clave
El avance de la maquinaría para el sector es considerado un factor clave para Colombo ya que “estas herramientas facilitan el proceso” y destacó el valor del rastrillo giroscópico que “permite formar gavillas más uniformes y trabajar con un 50% de humedad, lo que mejora la circulación del aire y, por ende, la calidad del producto final”.
Es importante destacar que la incorporación de tecnologías brindan: optimización del tiempo de trabajo, pero también permiten conservar la calidad de la alfalfa, un factor crucial.
Colombo explicó que “actualmente estamos trabajando con 750 hectáreas de alfalfa, complementadas con otros cultivos como trigo, soja y maíz. Sin embargo, hemos comenzado a evaluar la posibilidad de aumentar la superficie destinada a la alfalfa”.
Dejando en claro que la creciente demanda interna y externa brinda una oportunidad significativa. “El futuro de la alfalfa en Argentina es brillante”, asegura el productor de Galvez y que en el evento organizado por CADAF dijo presente intentando sumar herramientas y conceptos para mejorar su producción.
Para concluir, enfatizó: «el productor tiene que encargarse de producir y tener una buena alianza con la parte comercial».