La ganadería argentina atraviesa un momento prometedor

“Es fascinante” dejó en claro el ingeniero agrónomo Fernando Canosa, productor y consultor en diálogo con todoAlfalfa. Con un mercado global ávido de carne, especialmente en regiones como Asia y el norte de África, nuestro país tiene una gran oportunidad para expandir su producción y exportación.

En la ExpoRural de Palermo, la ganadería mostró su potencial. Las distintas razas se lucieron en la pista central de la Sociedad Rural en una edición que dejó en claro el buen momento que está atravesando el sector.

Para muestra basta un botón y, por ejemplo, en el remate de Angus se pagaron 45 millones de pesos por la mitad de un ternero y 115 millones de pesos por un toro.

TodoAlfalfa dialogó con el ingeniero agrónomo Fernando Canosa, que es productor ganadero y lidera una consultora que asesora a productores que buscan ganar kilos y aumentar su producción de carne.

Si tenemos en cuenta que el consumo de carne vacuna se disparó a medida que la población mundial creció y cambió sus hábitos alimentarios, podemos visualizar una importante oportunidad.

“Países en desarrollo, particularmente en Asia y el norte de África, están experimentando un aumento en la demanda de proteínas animales. Sin embargo, mientras que la demanda avanza rápidamente, la oferta enfrenta retos significativos. Por ejemplo, la reciente reducción del ganado en Estados Unidos —con la pérdida de aproximadamente 4 millones de vacas— ha creado un vacío en el mercado, aumentando aún más la necesidad de carne argentina”, aseguró.

Por esto, es imperiosa la necesidad de que los productores piensen en el futuro sin mirar atrás. “Las circunstancias actuales son diferentes a las del pasado, y es esencial prepararse para un mañana que promete un crecimiento en la satisfacción de esta demanda insatisfecha”, agregó.

A través de la consultora asesoran a productores pero lo hace desde su experiencia como productor ganadero. Canosa está en el negocio de la producción de carne desde hace muchos años en campos ubicados al sur de Córdoba.

De manera asociada con sus hermanos y “un grupo de gente joven” buscan crecer en producción de pasto en campos de terceros. “Como en la década del ‘80/’90 aparecieron los pools de siembra, hoy entre el 50 y 70 por ciento de la agricultura está en manos de terceros que incorporan el conocimiento a los suelos con información satelital que nos dice que ocurrió con la producción de pasto en los últimos 20 años, cuales son los riesgos hídricos”, indicó.

Por lo tanto, toda esa información puede ser procesada y aplicada en mejorar la eficiencia. “Donde entran 100 vacas pueden entrar 150, 200 o 300 vacas”, apuntó.

En su caso, producen en campos propios y alquilados, iniciaron con 50 vacas y 400 cabezas y hoy tienen 1400 vacas y unas 2000 cabezas.

Con esa experiencia, plantea la necesidad de identificar cuales son las mejores prácticas para cada tipo de suelo, adaptando la pastura según la necesidad: “pueden ser alfalfas, pero habrá lugares donde será festuca, agropiro, o pasto llorón”, remarca.

Pero la pastura no es lo único, porque uno de los factores claves para la producción ganadera es el abastecimiento de agua. “Sin un acceso adecuado al agua, la salud del ganado se ve comprometida, lo que puede llevar a una disminución en el número de cabezas”.

Por lo que la clave será “que los productores deben garantizar que sus tierras tengan acceso a fuentes de agua confiables para mantener la producción constante y maximizar el rendimiento de sus pasturas”.

Por lo que el contexto actual muestra que la relación ternero-vaca ha mejorado, indicando que hay menos vacas improductivas y que los esfuerzos están dando resultados. Para Canosa, “estabamos vendiendo la botella de gaseosa de dos litros con 1,5 litros adentro, pero ahora le ponemos el medio litro que faltaba y hace que aumente la producción”, indicó Canosa.

La producción y exportación de carne en Argentina se encuentran en medio de una transformación significativa. Con una demanda creciente, innovaciones en la producción, y una sólida base de recursos como el agua y la tierra, el futuro parece prometedor. Los productores que adopten enfoques proactivos y sostenibles estarán bien posicionados para aprovechar las oportunidades que se presenten.