El INTA logró desarrollar una identidad, forjada por años de compromiso en el mejoramiento del desarrollo productivo argentino. Es un actor clave para que el sector privado cuente con herramientas, investigaciones y desarrollos que le permiten evolucionar.
En ese marco, Ariel Odorizzi, uno de los referentes de la Estación Experimental Agropecuaria del INTA Manfredi atendió a TodoAlfalfa y reconoció “como institución tenemos identidad y está bueno que trabajemos en articulación con la parte privada”.
Para el experto en Alfalfa, “la articulación público-privada es el camino a seguir”, si bien explicó que: “se hace porque el INTA tiene convenios de vinculación tecnológica con empresas privadas”, para Odorizzi hay que seguir apostando a “la búsqueda y generación de conocimiento, unir capacidades e ir por un camino común”.
Sostiene que “deben caminar juntas para lograr eficientemente un progreso aún mucho mayor”.
El heno de alfalfa para exportación gana cada vez más terreno
Como ya es sabido, el área sembrada de alfalfa ha ido disminuyendo. Odorizzi indicó que “en Córdoba debemos tener cerca de 500.000 hectáreas sembradas”, sin embargo, destacó que “lo que está creciendo mucho y cada vez más, desde hace 12/15 años es el heno de Alfalfa para exportación”.
Apuntó también al avance de la tecnificación que aporta valor agregado. Pero destacó que “hay que seguir trabajando en aumentar la superficie de siembra”.
¿Cómo seducir al productor para que apueste a la Alfalfa?
Para Odorizzi, “al ser catalogada como un cultivo forrajero no se la trata de la misma manera que un cultivo agrícola”, pero también reconoce que “no es lo mismo el manejo de un cultivo de Alfalfa que el manejo de la soja o del maíz”.
El entrevistado desglosó: “en la Alfalfa vos tenes un ciclo de corte a lo largo del año, tenes que entrar varias veces a lo largo del año a hacer cortes, hacerlos en tiempo preciso e idóneos, para conservar el lote”.
Este cultivo, perenne, para lograr esa productividad mencionada anteriormente, no tiene que ser agotado. Por lo tanto, conlleva mayores atenciones el cultivo de Alfalfa que un cultivo agrícola.
“Si uno quiere lograr excelencia o eficiencia debería ser también tomado como un cultivo agrícola por los buenos márgenes que deja con todas estas posibilidades nuevas que hay de insertarse al mercado exportador y con la apertura de nuevos mercados”.
Pero no solo eso, el mercado interno también es una buena alternativa y “hay que ofrecer productos de calidad, que en definitiva después se traducen en litros de leche, en kilogramos de carne”.
El rol de INTA en el futuro
“El INTA es capital humano. Son personas y muchas personas que trabajan por la excelencia. Por supuesto, articulado con todos los sectores, tanto públicos como privados. En lo público, con otras instituciones, con universidades, con el Conicet y demás. Pero también en lo privado con empresas, con otros sectores”, indicó Odorizzi.
La estructura programática del INTA está ideada para trabajar por “programas” que a su vez tienen “proyectos”. Odorizzi apuntó que “nosotros en Alfalfa estamos dentro del programa de pasturas y pastizales, que a su vez tiene otros tres proyectos asociados. Yo estoy dentro del mejoramiento genético de forrajeras, que abarca todas las forrajeras que se trabajan en Argentina”.
Pero a la vez, “tenemos un convenio de vinculación tecnológica con una empresa privada. En ese sentido, nosotros como INTA no podemos trabajar pura, única y exclusivamente por los objetivos que tengamos, que tracemos en esta comisión ejecutora, del convenio de vinculación tecnológica con la empresa privada, porque también nos debemos como institución a la sociedad, y tenemos que trabajar en estos objetivos que tenemos en la programática como objetivos de mejoramiento de forrajeras”.
Odorizzi lo graficó con un ejemplo particular: “nosotros ahora estamos trabajando en la resistencia a la virosis del achaparramiento de la Alfalfa, que es una virosis compleja, que tiene siete virus que están implicados en los ataques. Se ve en muchos campos Alfalfa con las hojas enruladas, más chiquitas, que se va diezmando el cultivo a lo largo del año”.
“Si bien por ahí no son objetivos que se trabajan desde el convenio de vinculación tecnológica, porque por ahí comercialmente hay otras prioridades, lo cierto es que nosotros no podemos dejar de hacerlo y dejar de trabajar en eso, para que a futuro haya disponibilidad también de estos otros materiales”, puntualizó.
Por último, con respecto a la lechería, destacó a la Alfalfa como “un componente fundamental, pero no único. En ese sentido hay que seguir trabajando, en lograr variedades con buenos rendimientos, buena calidad, para que sea también eficiente el uso en planteles de producción de leche”.