Con el objetivo de que Argentina triplique su producción de alfalfa y se transforme en un jugador clave en la exportación de alfalfa, la Cámara Argentina de la Alfalfa a través de su presidente, ingeniero José Brigante, presentó un ambicioso plan estratégico diseñado para tal fin.
En esa “hoja de ruta” la provincia de Córdoba sería el eje para poder desarrollar la propuesta y el ambicioso plan cuenta con el apoyo del gobierno de Córdoba, que a través del Ministerio de Bioagroindustria encabezado por Sergio Busso se puso manos a la obra para lograr implementarlo.
Como primera medida se pensó en un “triángulo productivo” conformado por Rio Cuarto, Villa María y Laboulaye, esta última ciudad sería la cabeza de esta idea y desde allí se impulsará esta propuesta.
En las últimas horas, en el Centro Cívico de Laboulaye, el ministro de Bioagroindustria Sergio Busso junto al presidente de la Cámara Argentina de la Alfalfa, José Brigante, presentaron el plan ante productores de esa ciudad y la región quienes se mostraron expectantes y receptivos de la iniciativa.
Tal como adelantó en ExpoAlfa Córdoba, la provincia se perfila como un polo exportador de alto valor y Argentina debe prepararse para transformarse en un líder en el mercado global de la alfalfa y triplicar su exportación.
En ese marco, Brigante explicó que se busca “consolidar polos industriales que no solo agreguen valor en origen, sino que eleven la competitividad internacional de la región, generando empleo calificado”
El objetivo principal es articular el desarrollo de proyectos para crear un “polo productivo alfalfero” en una zona geográfica estratégica. Para lograrlo, el plan convoca a una coalición estratégica donde el Gobierno provincial aportaría el marco regulatorio con sus beneficios impositivos, el INTA el soporte técnico-científico, las universidades la formación de capital humano y los bancos el capital de inversión necesario para dinamizar el proyecto.
«Tenemos todo para crecer»
Lo manifestó el ministro de Bioagroindustria, Sergio Busso y aseguró que la propuesta va más allá de la simple promoción de un cultivo; se trata de un modelo de negocio integral diseñado para transformar la matriz productiva de la zona. El ministro enfatizó que el proyecto se asienta sobre una base de rentabilidad y colaboración, con el objetivo de generar un desarrollo sostenible y escalable para toda la cadena de valor.
Por su parte, el secretario de agricultura, Marcos Blanda remarcó que «el Ministerio de Bioagroindustria está siempre en esto de ser propositivo y encontrar en algo que nosotros entendemos que es un pilar, la diversificación y oportunidades para agregar más valor por hectárea».
«Este es un proyecto que yo le estoy viendo una factibilidad muy alta», remarcó el médico veterinario y reconocido asesor Horacio Genesio. Sumó que este proyecto reúne los elementos clave para transformarse en un motor de desarrollo, gracias a una alineación estratégica entre el interés de los productores, los incentivos del Estado y el acompañamiento institucional.
Acto seguido, el Secretario de Desarrollo Económico, Marcelo Villalonga, consideró la propuesta como un catalizador para el crecimiento local, siempre que se logre superar el desafío clave de la asociación productiva.
«Sería el broche de oro», afirmó Matias Anchustegui, productor alfalfero e integrante de la Cámara Argentina de la Alfalfa. Este plan promete resolver un cuello de botella histórico para los productores, representa un salto cualitativo en la cadena de valor del cultivo y ha sido recibida con un marcado optimismo por el sector.
Cabe destacar que este iniciativa se sostiene sobre tres pilares fundamentales: el notable potencial productivo de la zona, un apoyo coordinado y sin precedentes de actores públicos, y una clara oportunidad de mercado en un escenario global demandante.
«Hay que juntarse con el otro», aseguró Carlos Giorgis, quien es asesor y productor de alfalfa. Indicó a TodoAlfalfa que llegó al encuentro con «una gran expectativa» y se retiró «satisfecho y con cierta misión de poder aportar el granito de arena necesario» para que la propuesta se concrete.
“Es bueno hacerlo en conjunto”, apuntó Margarita Butafuoco, presidenta de la filial local de la Federación Agraria. Calificó la iniciativa como «muy interesante», pero subrayó que su éxito dependerá de un factor clave: la capacidad de los productores para unirse y colaborar. Su visión no se enfoca en un esfuerzo individual, sino en la creación de una fuerza colectiva capaz de materializar una oportunidad que podría transformar la economía de la región.



