La empresa Zinma Seeds presentó en Empalme San Carlos (departamento Las Colonias, Santa Fe) al experto en mejoramiento genético ingeniero Agrónomo Dan Gardner, quien estuvo acompañado por el ingeniero Agrónomo Martin Zingoni, un referente en la producción de semillas de alfalfa. El día anterior, la convocatoria había sido en Pergamino, Buenos Aires.
Ambos actores, junto a un grupo de productores e ingenieros agrónomos de la zona, discutieron los objetivos del programa de mejoramiento de alfalfa de la empresa. El proyecto incluye la selección de variedades adaptadas a las condiciones específicas de Argentina, como resistencia a enfermedades y plagas.
Durante la jornada, Dan Gardner, destacó la importancia de desarrollar cultivares que se adapten al clima argentino, ya que presenta desafíos como altas temperaturas, alta producción y humedad.
En ese sentido, dejó en claro que el objetivo es lograr “un mayor rinde y persistencia” seleccionando en “Argentina para Argentina”, con semillas que tengan resistencia a enfermedades de hoja, pulgones, entre otros.
“Estamos produciendo alfalfa aquí, porque tenemos un ambiente que tiene problemas muy específicos comparado con otros puntos del planeta”, explicó el breeder Dan Gardner.
Los desarrollos se dan en variedades de grupo 6 (621), 8 (821) y 9 (921 y 923). El propósito es que se adapten a las condiciones de esta región con altas temperaturas, humedad ambiental elevada, entre otros puntos que distan mucho de lo que sucede con la producción en California que se caracteriza por ser «muy seco durante el ciclo de producción de la alfalfa”. Aún así, cuentan con un nivel mayor de producción.
En cuanto a las características, manifestaron que se proponen un buen balance entre calidad y rinde. Zingoni dejó en claro que a ellos no los conmueve el tamaño. “Las plantas en general no son las más altas, pero sí las más compactas. Y con mayor cantidad de tallos y hojas, de manera tal de llegar a la mejor calidad”, aseguró.
También destacó que, en general, las alfalfas funcionan “bastante bien”, de acuerdo al manejo. “Si lo haces bien podes sacarles el potencial que nosotros vemos”, afirmó.
La densidad, un tema de debate
Cuánto sembrar siempre es un tópico que cuenta con opiniones de las más variadas. Hay productores que logran rendimientos (o creen lograrlo) con diversas formas y no aceptan otras opiniones.
«Se habló del tema de densidad, básicamente llegamos a la conclusión que no tenemos la maquinaria adecuada para sembrar alfalfa”, manifestó Zingoni y se lamentó por las formas en las que se realiza la actividad. “No podemos agarrar lo que usamos para otro cultivo, sino lo que demanda este”, apuntó y agregó: «si queremos un cultivo bien, tenemos que pedirle al sistema, una máquina bien”.
Bolsa Blanca, un problema…
La bolsa no certificada, según sostuvo Martín Zingoni, es un tema que les “preocupa” porque utilizan un sistema en el que buscan “acortar desde el momento que generan una variedad hasta que llegan al consumidor”. “Queremos que la cantidad de generaciones sea la menor posible”, explicó.
Además, aseguró que la bolsa blanca tiene “un periodo muy grande” en el cual se pierde la “característica inicial” de la variedad.
En el desarrollo de estas variedades, Dan Gardner y Zingoni están buscando combinar o arrimar extremos ya que la alfalfa de latencia 6 produce mejor calidad, pero con menor rendimiento. Por su parte, una 8 o 9 tienen más rendimiento, pero menos calidad. Es decir, no existe un equilibrio.
Por lo tanto, los expertos para la siembra (en esa zona) recomendarían usar variedades de grupos 8 y 9 tanto para pastoreo como para exportación, a pesar de que las variedades de grupo 6 pueden ofrecer mejor calidad, pero menor rendimiento.
“Sin embargo, todo está en cómo lo hagamos y eso tendrá relación con cuándo se realice el corte, si medís calidad, si realizás análisis, si evaluás el poder germinativo de una semilla cuando se compra”, explicó el referente.
Por su parte, Dan Gardner destacó que, en Estados Unidos, los productores trabajan en alfalfa para cultivos de cobertura o para sacar el nitrógeno del suelo. Sin embargo, el principal motivo es producir alfalfa para alimentar a los animales o elaborar heno.
Sobre el cierre, Zingoni remarcó una vez más que los productores deben tratar a la alfalfa como “un cultivo agrícola de punta”, donde la genética es importante, pero se necesitan “todos los puntos unidos” para poder crecer.
Por lo tanto, insistió en “prestar atención” a lo genético. “Hay cosas nuevas, el ambiente nos condiciona a tener variedades mejores, pero no es menor todo el tema de manejo”, afirmó.
A su vez enumeró una serie de puntos a prestar atención y poder “sacar jugo” y que el número final tenga una incidencia grande:
- Hacer analisis de suelo
- Ver el PH
- Sembradora
- Entre otros
Por último, Zingoni pidió “planificación” y no considerar la siembra recién el 15 de marzo. “A fin de la primavera tengo que estar pensando en qué lote lo voy a hacer y tomarme el trabajo de pedir las cosas con tiempo”, reclamó.
Es allí cuando el productor tiene que pensar qué lote destinará para la producción y cuál será el cultivo antecesor. “Si yo sé que no voy a tener agua en esta zona y no puedo hacer tres cultivos, tengo que hacer uno y acumular el agua. Ese concepto todavía no lo tenemos incorporado porque estamos acostumbrados a que llueva”, concluyó.